Churros o rosquillas de naranja
Los Churros o rosquillas de naranja caseras son uno de esos dulces deliciosos, que caen bien a cualquier momento del día, con un suave toque de naranja que hace de ellas un bocado delicioso.
Por eso hoy en Recetas Faciles y Sabrosas, te enseñaremos a realizar esta receta de manera fácil y rápida.
Ingredientes.
- 470 gramos de harina de trigo.
- 140 mililitros de aceite de oliva o girasol.
- 100 mililitros de zumo de naranja.
- 50 mililitros de licor de naranja.
- 130 gramos de azúcar blanca.
- 16 gramos de levadura en polvo.
- ½ cucharada de sal.
- Ralladura de 1 naranja.
- Piel de naranja o limón.
- 2 huevos.
Para darle comienzo a esta deliciosa receta, tomaremos un recipiente, en este agregaremos los 2 huevos junto con los 130 gramos de azúcar blanca. los batiremos bien y no dejaremos de batir hasta que tomen una consistencia espumosa.
Ahora le añadiremos a la mezcla anterior los 140 mililitros de aceite de oliva, los 100 mililitros de zumo de naranja, los 50 mililitros de licor de naranja y la ralladura de 1 naranja, batiremos muy bien los ingredientes hasta que esté bien mezclado.
Ahora le agregaremos a la masa los 470 gramos de harina de trigo, los 16 gramos de levadura en polvo y la ½ cucharada de sal, todo esto se lo agregaremos a la masa en forma tamizada.
Mezclaremos todos los ingredientes con la ayuda de una espátula, hasta obtener una masa pegajosa pero que al igual la puedas coger con las manos.
Después taparemos la masa para que no se seque y dejaremos que repose durante 30 minutos en la nevera.
En una olla o recipiente metálico y profundo, vertemos abundante aceite y pasamos a freír las pieles de los cítricos ya sea naranja o limón, durante 5 minutos aproximadamente, pasado este tiempo retiramos las pieles de los cítricos del aceite, esto sirve para aromatizar el aceite.
Ahora tomaremos un poco de aceite y lo untamos en nuestras manos, después tomaremos un poco de masa y formamos una bolita pequeña, a continuación y con ayuda de los dedos hazle un agujerito en el centro y ábrelo poco a poco para darle forma a la rosquilla.
Crecen bastante, así que asegúrate de que el agujero sea bastante grande.
Ahora calentamos el aceite a temperatura media, que no llegue a humear, y fríe las rosquillas hasta que estén doradas.
Después que estén doradas, las sacamos de la olla y las pasamos a un plato donde habrás puesto un papel de cocina, este absorberá el exceso de grasa.
Cuando aún estén calientes, agregaremos azúcar por encima a nuestras rosquillas hasta que queden bien cubiertas.
Y ya están listos nuestros churros o rosquillas de naranja.
El punto de hidratación de la masa es fundamental para que las rosquillas queden ricas, si está muy líquida te será casi imposible manejarla, pero cuanto más proporción de harina tenga, aunque sea más fácil formar las rosquillas, quedarán más secas.
Yo te aconsejo que no añadas toda la harina de golpe, pues no todas las harinas absorben la misma cantidad de agua, en este tipo de recetas el punto óptimo de la masa será aquel que sea ligeramente pegajoso pero que una vez tengas las manos untadas de aceite, puedas hacer la bolita, con esto sabrás que es una masa perfecta y que será una masa más fácil de manejar.
No te excedas con el amasado y estar tocando la masa, pues una masa excesivamente trabajada hará que las rosquillas queden duras.
Para la fritura.La clave está en la temperatura del aceite, si está demasiado caliente verás como la rosquilla se tuesta rápidamente por fuera, mientras que el interior queda crudo.
Por el contrario, un aceite con poca temperatura provocará que la masa se abra durante el cocinado y que absorba demasiada grasa.
Si no tienes mucha experiencia con frituras a lo mejor debes hacer pruebas con las primeras rosquillas hasta que encuentres el punto de temperatura al aceite.
Otros consejos.Con las cantidades que se dan de los ingredientes. salen bastantes rosquillas, lo ideal es guardarlas en una lata bien cerrada para que no adquieran olores y se mantengan tiernas.
Recuerda rebozar las rosquillas en azúcar cuando aún están medianamente calientes o templadas. Una vez frías el azúcar no se pegará a la superficie.